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El grupo de bumba-meu-boi Touro da Ilha es heredero de grandes ganaderos de la zona norte de Teresina. ¡Símbolo de resistencia! El único batallón en actividad hoy, que permanece bajo el mando del Sr. Chiquinho. La mayoría de sus jugadores fueron formados por maestros como Pedro Barros, Boi Estrela Dalva (Parque Alvorada) y Mr Valdemar, antiguo propietario de Terror do Nordeste (Poti Velho). Matracas, chiadeiras (maracás) y panderetas de cuero animan el juego. Mezcla de danza, canto y teatro. Caboclos de pluma y caboclas de cinta guían al grupo en sus presentaciones por las calles de la ciudad.

A pesar de estar concentrado en los meses de junio y julio, las actividades de Bumba-meu-boi Touro da Ilha duran todo el año. El sábado de Aleluya, es el nacimiento del buey. El grupo se reúne, reza un rosario y las reuniones del batallón comienzan poco después. Es hora de ensayar las coreografías, aprender nuevas melodías y recordar las antiguas. En la hoguera de São João, el 23 de junio, el buey es bautizado. Los padrinos y madrinas bendicen el juguete y el grupo. De esa forma el batallón puede aparecer en la calle, debidamente protegido. Entre agosto y septiembre, el buey es sacrificado en una gran fiesta ritual que tiene lugar entre agosto y septiembre. ¡Año tras año, la tradición se revitaliza y renace en la Zona Norte!

Toro de la isla Bumba-meu-boi

Ascendencia, fe y esperanza

Ronald Moura

Ronald Moura es un fotógrafo atento y comunicador social, solidario con las luchas de Buena Esperanza. Este ensayo fue realizado por él, en 2017, durante el Proyecto de Comunicación Popular - Mujeres en los Terreiros da Esperança, organizado por el Centro de Defensa Ferreira de Sousa y por Flores.Ser Comunicação Coletiva.

Su mirada sensible logra, en este ensayo y en muchos otros, llegar a las singularidades en la vida cotidiana de la ReExistência de la comunidad de Boa Esperança. Fe, espiritualidad, ascendencia, lugares de cariño, infancia y juegos son algunas palabras clave que hacen referencia a esta obra.

En las imágenes se puede encontrar la casa de Santo do Pai Joceilson, Doña Davina y su altar de fuerza, fe y luz, así como niños jugando entre São Joaquim y Cristo Rei, piezas de imágenes que componen la vida cotidiana.

EXISTENCIA

Mauricio pokemon

EXISTENCIA surgió en la Av. Boa Esperança, región periférica y cuna de la ciudad de Teresina. Esto ha sido azotado por proyectos de “modernización” urbana que imprimen un saneamiento social, natural y cultural violento, sin escuchar a los habitantes de la región: descendientes de indios, vaqueros, quilombolas, rezadeiras, alfareros y pescadores.

Los hombres y mujeres de Riverside fueron fotografiados en sus patios traseros con vista al río y comenzaron a protagonizar muros de tamaño natural en áreas más valoradas de la ciudad. Las discusiones se inscribieron en rostros y calles mediante la técnica del Collage, enfrentando los dispositivos falsificados de la publicidad y el consumo. La acción logró reactivar la mirada de la prensa y la sociedad para esa lucha, que aún resiste; y dio origen a una plataforma de investigación artística en comunidades ribereñas de Maurício Pokemon, titulada EXISTENCIA.

A través del programa SESC Amazônia das Artes 2017, el artista recorrió 10 estados de la Amazonía Legal, sumergiéndose en otros lugares y acercándose a sus formas de existir. En esta etapa de la obra, el artista amplió su investigación sobre las posibilidades de diálogo con vestigios de subjetividad urbana, como el Pixo, carteles, carteles y murales previamente marcados en las paredes.

buena esperanza inventario verde

Mauricio pokemon

Teresina nació como Vila Nova do Poti, de comunidades ribereñas de ascendencia indígena y quilombola, que vivían en lo que hoy es la parte norte de la ciudad. En un mapeo aéreo del casco urbano de la ciudad, tenemos a la comarca de la Avenida Boa Esperança como una de las pocas con vegetación autóctona preservada y una relación intrínseca con el sustento de quienes allí habitan: pescadores, dolientes, artesanos, alfareros ... Sin embargo , la comunidad atraviesa un momento crítico de “modernización” y una amenaza para su existencia, lo que también significa una amenaza para las condiciones antropológicas, culturales y naturales, tan específicas y vibrantes de esa región.

Maurício Pokemon realizó nuevas inmersiones con Good Hope entre noviembre de 2018 y marzo de 2019.

En este período de residencia entre la avenida y el Campo Arte Contemporânea, el artista realizó un inventario de fotografías analógicas sobre las relaciones literales y simbólicas de esas personas con el verde. La convivencia con los ribereños y los paisajes que los rodean generaron imágenes testigo del diálogo orgánico entre la vida cotidiana de la comunidad y la naturaleza de la ribera, y resultó en una exposición en el Campo Arte Contemporânea vinculada a intervenciones en hogares comunitarios, en mayo y junio. 2019: el Inventario Verde de Buena Esperanza.

Sarah Fontenelle

En la mesa de Paruca hay cura, hay sandía y hay calabaza. Tiene cartas, fe, santos, poemas, historias de vidas entrelazadas. Toda la casa en Paruca respira. Su casa es un cosmos. Toda la casa es tu cuerpo. Muros hechos de poemas. Estanterías de tarjetas. Mesas hechas de recetas contra la soledad. Todo lo que está hecho de hierba curativa existe.

Entonces, ¿cómo salir de este lugar? No, ella responde que luchará. Y si es necesario, conviértete en una serpiente de cascabel. Cuerpo-Casa-Mente-Espíritu-Territorio-Paruca, ¿cómo desmembrar las piezas entrelazadas por el espacio-tiempo?

Apenas quedan tantos recuerdos en este pequeño registro que hizo la periodista Sarah Fontenelle Santos, en marzo de 2020, tras la visita del Panel de Inspección del Banco Mundial a la comunidad de Boa Esperança. En ese momento, también mapeamos territorios y sus re-existencias. Paruca, ante los representantes mundiales, defendió su lugar como serpiente que necesita la tierra. Después del trabajo, nos dirigimos a su casa en busca de un dedo más de cariño y un motivo más para luchar.

Cartas de Paruca

pintando nuestra lucha

Luciana LuRebordosa

Pintando Nossa Luta, título creado por uno de los niños que participó en el taller de graffiti de la artista LuRebordosa (Luciana Leite). Este ensayo fotográfico que eterniza colores, anhelos y deseos desde la niñez hasta la edad adulta, es el resultado de una acción movilizadora de afectos, realizada por el artista en la comunidad. Con unas latas de pintura en aerosol, una idea en la cabeza y mucha energía, reunió a la gente de la comunidad para poner los sueños de territorios en las paredes. Estos muros y muros también viven, huelen y colorean, son más que hormigón, son viviendas. Vivienda que es cuerpo, que es espíritu, que es territorio.

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